Monitor plasma

La pantalla de plasma está formada de celdas ordenadas en líneas horizontales y columnas verticales, formando una especie de rejilla. Cada celda particular tiene gas que debe ser ionizado, y para ello se lanzan cargas de electrodos que se interseccionan con las celdas. Se hace miles de veces en una fracción de segundo, cargando cada una de las celdas por turnos.
Cuando se han realizado las cargas, una carga eléctrica pasa por el gas en la celda, creando un flujo de partículas cargadas que estimulan los átomos de gas para liberar los fotones con rayos ultravioleta. Los fotones interactúan con el material de fósforo que cubre la pared interna de la celda. Cada píxel está compuesto de tres celdas separadas, cada una con diferentes colores de fósforo, llamados subpíxeles. Cada sub-celda tiene los colores rojo, verde y azul. Estos tres colores se funden juntos para crear el color final del píxel.
Variando los pulsos de los flujos antes mencionados por las diferentes celdas, se puede controlar la intensidad de cada subpixel, para crear cientos de combinaciones diferentes de los tres colores y abarcar todo el espectro.
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